La detección y el diagnóstico en los primeros meses despues del nacimiento son de vital importancia.
Susana Escalera Hernández en su Trabajo Final de Máster dirigido por el profesor Cesar Urtubia Vicario, de la Facultat de Óptica y Optometría de Terrassa nos habla de cómo durante el primer año de vida se puede detectar una deficiencia óptica, sensorial o motriz del sistema visual, en estos casos si no se interviene lo antes posible, a largo plazo puede derivar en problemas visuales permanentes. Por esta razón la detección y el diagnóstico en los primero meses después del nacimiento son de vital importancia. En este trabajo se ha querido buscar información y se ha hecho un pequeño estudio a fin de encontrar la mejor batería de pruebas a realizar bebés de entre 0 a 1 año.
Objetivo
Uno de los objetivos fue recoger la máxima información sobre el desarrollo del bebé desde el nacimiento hasta el primer año de vida, teniendo en cuenta sobre todo los estudios que incluyan nuevas aportaciones sobre respuestas afectivas y conductuales que tengan relación con la evolución de la visión. Todo ello debe servir para poder crear una buena batería de pruebas para un cribado que evalúe la maduración del sistema visual.
Método
Se realizó una parte experimental en las instalaciones del CUV (Centro Universitario de la Visión), que permitieron observar las situaciones rutinarias para verificar la fiabilidad de las pruebas que se plantean en este trabajo. Debido a que el número de participantes fue reducido, no se pudo hacer un estudio estadístico pero sí que sirvió para recoger más información.
Resultados
En el estudio que se ha realizado tan sólo han podido participar 5 bebés, ya que fueron pocos, en el apartado de resultados se han plasmado directamente los exámenes efectuados de cada paciente.
Conclusiones
Grácias a que se pudo hacer una simulación de una revisión se observó cuáles son los comportamientos de los bebés a diferentes etapas y sin embargo ver como unas pruebas son más efectivas a partir de los 6 meses de vida. Una vez más el trabajo multidisciplinar debe ser una de las prioridades cuando se habla de salud, un examen visual pediátrico debe ser realizado por un optometrista que esté especializado en llevar a cabo las diferentes pruebas a fin de notificar posteriormente al pediatra el resultado de estas para que las pueda interpretar. Si día a día encontramos la mejor manera de hacer que un cribado sea más efectivo, estaremos detectando y previniendo posibles complicaciones para mejorar la calidad de vida de un niño.
Podéis acceder al trabajo completo a través de este enlace